El calendario de Adviento es una tradición cristiana que tiene su origen en la preparación para la celebración de la Navidad, particularmente en países de Europa. Su origen está vinculado al Adviento, el periodo de cuatro semanas antes de la Navidad que marca la espera del nacimiento de Jesucristo.
No podemos hablar de calendarios de Adviento sin hablar antes del término “Adviento”, que proviene del latín adventus, que significa «llegada» y que hace referencia a un tiempo litúrgico en el calendario cristiano que empieza el cuarto domingo antes del 25 de diciembre. Durante este período, los cristianos tradicionalmente se preparaban espiritualmente para la Navidad a través de la oración, el ayuno y otras prácticas religiosas.
A lo largo del siglo XIX, las familias cristianas, particularmente en Alemania, comenzaron a marcar los días del Adviento de manera simbólica. Una práctica común era hacer una marca de tiza en la puerta cada día o encender una vela diaria como parte de la preparación espiritual.
Pese a todo esto, el primer calendario de Adviento en forma física no aparece hasta principios del siglo XX en Alemania, cuando en 1908, Gerhard Lang, un impresor alemán, dio vida a lo que hoy se considera el primer calendario de Adviento comercial. Este incluía 24 compartimentos que los niños podían abrir, cada una con una imagen o texto relacionado con la Navidad. Para llevar a cabo su creación, Lang se inspiró en una experiencia familiar: su madre le daba pequeñas tarjetas con mensajes en cada día del Adviento, una tradición que marcó su infancia.
Años más tarde, durante la Primera Guerra Mundial, la producción de calendarios de Adviento se detuvo debido a la escasez de papel, pero después del conflicto, la tradición resurgió. En las décadas posteriores, los calendarios comenzaron a incluir chocolates u otros pequeños regalos detrás de las ventanitas, haciéndolos atractivos no solo como herramienta religiosa, sino también como un elemento festivo para los niños.
Para concluir, podría decirse que los calendarios de Adviento han evolucionado mucho más allá de su propósito original religioso. Se encuentran en una variedad de formatos y temas como chocolates o dulces (que gozan de una gran popularidad entre los niños) o productos de belleza, juguetes, joyería, té, o vinos (adaptados para diferentes intereses y públicos). Igualmente, también existen los calendarios digitales, en los que podemos encontrar actividades diarias, mensajes inspiradores o sorpresas virtuales. A pesar de todas las transformaciones que ha ido experimentando a lo largo de los años, el calendario de Adviento sigue simbolizando la cuenta regresiva hacia la Navidad, manteniendo su esencia de anticipación y celebración.
Como ya hemos visto, actualmente existe una amplia gama de calendarios de Adviento, cada uno de ellos con sus particularidades y adaptado a un público meta en concreto. Sin embargo, hay algunos calendarios de Adviento que pueden resultarnos sorprendentes debido a su diseño, contenido o concepto único. A continuación profundizaremos en algunos de los más llamativos:
En conclusión, los calendarios de Adviento modernos no solo son una cuenta regresiva hacia la Navidad, sino también una oportunidad para explorar intereses, probar productos exclusivos o disfrutar de experiencias únicas y nos permiten revivir esa ilusión tan característica de la infancia y de que los hay aptos para todos los gustos. ¿Y tú, qué opinas de los calendarios de Adviento? ¿Crees que son una manera de conectar con nuestro niño interior o, por el contrario, piensas que se trata de otra estrategia que incita al consumo irresponsable?
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