El Black Friday (o “Viernes Negro”) es un evento comercial que se celebra anualmente el día siguiente al Día de Acción de Gracias en Estados Unidos, es decir, el cuarto viernes de noviembre. Este día marca tradicionalmente el inicio de la temporada de compras navideñas y es conocido por los importantes descuentos que ofrecen las tiendas, tanto físicas como en línea. Actualmente, es una de las fechas más esperadas por los consumidores en todo el mundo.
Como ya hemos dicho el término Black Friday tuvo su origen en Filadelfia, EEUU, en los años 50 y 60, en los que no gozaba de una interpretación muy positiva. No fue hasta la década de los 80 cuando este término comenzó a adquirir una connotación positiva
A medida que la actividad comercial del día crecía, los minoristas en Estados Unidos comenzaron a adoptar la narrativa de los “números negros” para referirse a las ganancias obtenidas. En este momento las grandes cadenas empezaron a ofrecer descuentos importantes ese viernes, así como los periódicos empezaron a promocionar las ventas masivas en todo el país, lo que ayudó a que el término ganara notoriedad y adquiriera un matiz positivo.
Durante los años 90, el Black Friday se convirtió en una fecha clave para las grandes cadenas como Walmart, Target, y Best Buy, que ofrecían descuentos agresivos para atraer compradores. Fue entonces cuando el uso del término se extendió más allá de Filadelfia y se convirtió en un fenómeno nacional. A todo esto se sumaron los avances en tecnológicos, que también cobrar una mayor influencia, permitiendo la planificación y promoción de las ventas de forma más efectiva.
A partir de los 2000, el Black Friday se consolidó como un evento de consumo internacional, siendo adoptado por países fuera de Estados Unidos. De hecho, en 2005 nació el Cyber Monday, el lunes siguiente al Black Friday, centrado en ofertas exclusivamente en línea, lo que se convirtió en un complemento para el evento. Gracias a la globalización y al comercio electrónico, los minoristas internacionales pudieron empezar a tomar parte en esta tradición, aumentando de esta manera su popularidad en Europa, América Latina y Asia.
Posteriormente, en la década de los 2010, el Black Friday ya era uno de los días de compras más importantes en el mundo: empresas como Amazon, eBay y otras plataformas digitales ampliaron el alcance global del evento al ofrecer descuentos durante todo el fin de semana o incluso durante el mes de noviembre.
Tras esta rápida evolución el Black Friday es, a día de hoy, uno de los eventos más relevantes en sector de las ventas en un gran número de países.
Actualmente, el Black Friday se celebra como un gran evento comercial que mezcla tradiciones de compras físicas con la creciente popularidad de las compras en línea. Es un día clave para consumidores y comerciantes, caracterizado por ofertas especiales, grandes descuentos, y una masiva participación a nivel global.
A lo largo de esta jornada, las tiendas físicas suelen abrir antes de su horario habitual (llegando incluso a estar abiertas desde medianoche o las primeras horas de la madrugada) y es común ver largas filas y aglomeraciones, ya que en un gran número de ocasiones, las ofertas son limitadas.
Durante estos últimos años, el comercio en línea ha ganado protagonismo, con plataformas como Amazon, eBay y tiendas oficiales de marcas, que descuentos exclusivos en sus sitios web. Muy a menudo las tiendas prolongan las ofertas más allá del viernes, ofreciendo promociones durante el fin de semana e incluso hasta el lunes siguiente, conocido como Cyber Monday. Tampoco podemos olvidar el hecho de que comprar en línea evita las aglomeraciones y permite comparar precios con facilidad.
Asimismo, existe una gran variedad de promociones que se ofertan en este evento, como es el caso de las ofertas relámpago (promociones que duran pocas horas o hasta agotar existencias), descuentos masivos desde hasta el 70 % en determinados productos) y los “Combo Deals” (paquetes de productos a precios reducidos, como un televisor con un sistema de sonido o un teléfono con accesorios).
En cuanto a las técnicas de marketing, podemos destacar la publicidad agresiva, ya que las empresas invierten mucho en campañas publicitarias, utilizando redes sociales, correos electrónicos, y anuncios en televisión para atraer a los consumidores, el pre-Black Friday (muchas tiendas comienzan a ofrecer promociones días o semanas antes del Black Friday para captar a quienes quieren adelantarse a las multitudes o la venta de suscripciones (algunos minoristas ofrecen acceso anticipado a las ofertas a través de membresías o suscripciones).
Todas estas técnicas cada vez se extienden más por todo el mundo, dado que, aunque nació en Estados Unidos, el Black Friday se celebra en todo el mundo, adaptándose a los mercados locales en Europa, América Latina y Asia. La tecnología ha tenido un fuerte impacto en esta rápida expansión pues, gracias a la esta, las tiendas ofrecen experiencias más sofisticadas para los compradores: muchas cadenas han desarrollado aplicaciones con alertas sobre descuentos y funciones de búsqueda de productos y algunos sitios permiten a los consumidores “probarse” virtualmente ropa o visualizar muebles en sus hogares antes de comprarlos, entre otras novedades.
Pese a todo ello, al cabo de los últimos años, el concepto de Black Friday ha ido dando paso a la Black Week o incluso Black November, con ofertas y promociones a lo largo de todo el mes de noviembre.
Todo esto nos indica que el Black Friday actual es un evento diseñado para satisfacer a un público global ansioso por aprovechar descuentos. Combinando así tradición, tecnología y estrategias de marketing para convertirse en uno de los días de consumo más esperados del año.
No podemos hablar del Black Friday sin mencionar el Cybermonday, que, como bien hemos dicho antes, lo complementa. El Cyber Monday es un evento de compras en línea que se celebra el lunes siguiente al Black Friday, enfocado exclusivamente en ofertas y descuentos en línea. Surgió como una estrategia para alentar a los consumidores a realizar compras en línea y se ha convertido en un complemento importante al Black Friday, especialmente con el auge del comercio electrónico.
El Cyber Monday fue un invento de en 2005 la Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos con la intención de capitalizar el creciente interés de los consumidores por las compras en línea, especialmente después del Black Friday, cuando muchos regresaban al trabajo y continuaban buscando ofertas desde sus computadoras y su nombre se acuñó para reflejar la naturaleza digital del evento.
Algunas de las características mas relevantes del Cyber Monday son que este es exclusivo para compras en línea y que sus descuentos suelen estar enfocados en categorías como tecnología, electrónica, moda, y productos digitales (suscripciones, software, etc.).
Al igual de lo que sucede con el Black Friday, a pesar de que originalmente era un evento de un solo día, muchas tiendas extienden las promociones durante varios días o toda la semana, conocida como la “Cyber Week”.
El Black Friday, aunque es un evento comercial masivo y muy popular, también está rodeado de controversias que abarcan temas como el consumismo, el impacto ambiental, las condiciones laborales, y las prácticas de marketing engañosas. Esto se debe a que los descuentos fomento el consumismo desenfrenado, que pueden llevarnos a hacer compras innecesarias, además de impulsar la cultura de “usar y tirar” (que nos lleva a desechar artículos completamente útiles y reemplazarlos por otros nuevos), pudiendo llevar incluso a algunas personas a endeudarse (al recurrir a tarjetas de crédito para así gastar más de lo que realmente pueden permitirse.
El Black Friday también tiene un alto costo ambiental debido al aumento en la producción, el transporte y el desperdicio y los empleados del comercio minorista y las empresas de logística enfrentan jornadas agotadoras y, a menudo, condiciones laborales precarias durante esta temporada, por no hablar de que algunas prácticas de venta durante el Black Friday han sido cuestionadas por ser poco éticas o engañosas (como falsos descuentos, productos de menor calidad, etc.). Asimismo, durante el Black Friday pueden darse episodios de violencia física en las tiendas, además de que el bombardeo de promociones puede llegar a causar estrés emocional a los consumidores. Por último, cabe mencionar que este evento pone de manifiesto la competencia desleal que se da entre las grandes empresas y los minoristas (ofrecer precios tan bajos puede no ser rentable aquellas empresas más pequeñas).
En conclusión, puede decirse que el Black Friday genera importantes beneficios económicos, pero también plantea desafíos éticos, sociales y ambientales. Estas controversias han llevado a un creciente movimiento de consumidores y organizaciones que promueven alternativas más sostenibles, como el “Día Sin Compras” o iniciativas de consumo responsable.
Ahora que ya sabes un poco más acerca del origen del Black Friday, cómo funciona y cuáles son sus principales ventajas e inconvenientes, puedes decidir consumir de manera más responsable, ¡no lo olvides!
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